sábado, 3 de julio de 2010

PROYECTOIMOCA EN LA PRENSA

Artículo publicado en la web de la vuelta a España:













PAKEA-BIZKAIA, TODO UN EJEMPLO
La actuación del Pakea-Bizkaia merece una mención especial. No es fácil competir sabiendo que las circunstancias te condenan, de antemano, a cerrar el pelotón. Y cuando se trata de una regata tan larga, con un recorrido por etapas, todavía menos.

Cuesta ponerse en su piel, imaginando que te quedan muchas millas hasta la llegada, mientras tus compañeros hace horas que se han duchado, han repuesto fuerzas con una suculenta comida a mesa puesta, e incluso habrán podido dormir un poco.

En esta etapa larga de la Vuelta a España a Vela las diferencias con los líderes son lógicamente mayores, pero incluso en las anteriores no debió resultarles fácil ni agradable. No obstante todos y cada uno de los tripulantes del Pakea-Bizkaia que han navegado en las distintas etapas llegan a puerto con una sonrisa.
No hace falta explicar la falta de prestaciones de su barco, la rotura de sus orzas de deriva, que su proyecto arrancó contra reloj y esprintando para ser capaces de tomar la salida de la Vuelta a España, ni que..., ni...., ni...., ni.

No hay más "nis" que valgan que su deportividad, su capacidad de sacrificio y la tenacidad que estan demostrando. Están sabiendo disfrutar su oprtunidad sin lamentos, dándonos una lección magistral.

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Extracto del artículo Una vuelta sin respiro publicado por Suso Perez en el magazine dominical de la Vanguardia:

El octavo barco es el viejo Pakea Bizkaia de Unai Basurko, con el que el navegante vasco quedó en tercera posición en la Velux 5 0ceans de 2007. Ahora lo llevan los catalanes Jaume Mumbrú y Cali Sanmartí, animados por un espíritu romántico ya poco frecuente en las regatas de élite. Con ellos navegan el propio Basurko junto con Jordi Griso e Íñigo Axpe.
El barco es antiguo y poco competitivo, pero Mumbrú y Sanmartí sólo compiten contra si mismos. De momento, su gran éxito ha sido estar en la línea de salida de la Vuelta a España. Ahora se trata de completar el recorrido hasta Barcelona. Y el siguiente objetivo es llegar a plantarse en la salida de la Barcelona World Race, el 31 de diciembre. Apenas disponen de presupuesto, de manera que ha sido una suerte que la Diputación de Vizcaya les haya ayudado a poner el barco en el agua y sobre todo les permita mantener el nombre del velero, con lo cual, comenta Mumbrú con humor, no han tenido que cambiar las velas y han podido aprovechar incluso las camisetas promocionales que tenía Basurko.
Mumbrú, abogado, y Sanmarti, ingeniero, son dos apasionados del mar y de las regatas y no dudan en embarcarse en una gran aventura aunque sea a costa de perder dinero.
De momento, la escasez de fondos les obliga a dormir en el barco tras completar la primera etapa de la vuelta peninsular, casi cuatro horas después que el ganador.

jueves, 1 de julio de 2010

ÚLTIMAS MILLAS

Apuramos los últimos bordos de esta vuelta a España con un viento estable del SW de 10-12 nudos. A penas 15 millas nos separan de la llegada en Barcelona. Solo falta por llegar el Lechera Asturiana, y salvo sorpresa de última hora, ya no le daremos alcance.

Disfrutamos las últimas guardias en una noche magnífica, con viento, luna, buena mar, y sobre todo, buena compañía.

Por delante, los franceses PRB y Safran han vuelto a dominar una etapa muy reñida…


Pakea pasando la llosa de Palamos. (foto de Miquel Pons)

miércoles, 30 de junio de 2010

ÚLTIMA ETAPA


Última etapa. Esta vez jugamos en casa. Es la travesía que hemos hecho centenares de veces.

En Palma, el embat fue fiel a la cita. Recorrido costero con dos traveses y ceñida rumbo a punta de Cala Figuera y luego hasta Dragonera. Cerramos el grupo detrás de Gaes y Lechera.

Es llegando a Dragonera donde cambia el escenario: ceñimos a buena velocidad y poco a poco nos parece ver al grupo de delante más cerca: comprobamos la pantalla del navegador y vemos que los demás barcos, al alejarse del islote, pierden rápidamente velocidad.

Decidimos aprovechar el efecto térmico y bordear Dragonera apurando la sonda.
Venir por detrás a veces tiene alguna ventaja.
Encadenamos varias viradas, el viento baja también para nosotros. Cali sube a la perilla del palo para escudriñar el horizonte en busca de rachas de viento.

El Lechera se va a mar; Safran, Estrella, Movistar y Gaes a tierra; mientras que PRB, W y Pakea optamos por una derrota intermedia.
Navegamos muy juntos, en un puño. Durante unos minutos el mar parece una balsa de aceite,  afortunadamente acaba entrando un SW muy suave. Spis arriba. La flota se parte en dos, el grupo de tierra puede navegar más a rumbo; los demás no tenemos mas remedio que orzar buscando presión en las velas. Poco a poco la distancia lateral aumenta.

Oscurece y perdemos contacto visual. Tormenta por proa. El viento arrecia, tomamos un rizo y pasamos de génova a solent. Las nubes tormentosas pueden decidir una regata: llevan viento asociado, y en esta noche de calmas pueden significar diferencias importantes

Al rato caemos en una encalmada. Llegamos a pararnos por completo.
Con el amanecer vuelve el viento y navegamos primero con asimétrico, para pasar luego al spi. Sospechamos que en la encalmada, el grupo delantero se habrá distanciado. 

Avistamos el spi rojo del Lechera por la amura de babor y luego, al acercarnos a tierra recibimos una llamada que nos comunica que vamos por delante del Gaes. Esto nos motiva más si cabe.

El viento amaina y la corredera baja de forma preocupante. Enseguida pensamos en el garbí, el viento térmico de la costa catalana. Estamos cerca de su área de influencia. El “routage” meteorológico daba más viento al este, pero ya no podemos recolocarnos y optamos por acercarnos a tierra y confiar nuestra suerte al garbí.

A la altura de Mataró, el viento cae hasta 3-4 nudos. Somos conscientes que aquí perdemos todas nuestras opciones. Por la tarde volverá ha reforzarse pero la ventaja será muy difícil de recuperar…


domingo, 27 de junio de 2010

FORMENTERA













Siete horas después del pistoletazo de salida de esta quinta etapa los ocho Imocas navegamos en un puño, a la vista. Desde el Pakea vivimos esta circunstancia con satisfacción, acostumbrados a ver alejarse a los rivales demasiado pronto.
Después de una buena salida y un excelente recorrido costero (montábamos la baliza de desmarque en tercera posición en un mano a mano con el Estrella) se imponía la lógica e íbamos perdiendo poco a poco posiciones. Sin embargo, esta vez el ángulo e intensidad de viento (10 nudos al descuartelar) y el oleaje, eran los ideales para el Pakea y lográbamos mantener el contacto con la flota.

En la arribada a Formentera después de un recalmón, el viento rolaba hacia a popa y se reforzaba, izamos spi pasando rápidamente a asimétrico; navegamos lanzados a 10 nudos. Parece que navegamos con un viento nuevo que los demás no tienen y nos echamos sobre la flota.

El viento arrecia, pasamos de génova a solent...

 Salida en Calpe. Foto de Manuel Medir.

sábado, 26 de junio de 2010

EL PAKEA NAVEGANDO

Montaje de Laura Carrau

jueves, 24 de junio de 2010

MEDITERRÁNEO







Foto de Manuel Medir

El mediterráneo hace honor a su reputación: calmas y vientos de proa.

Cruzado el estrecho, nos adentramos en el mar de Alboran con dos opciones tácticas: mantenernos en la horizontal del estrecho para navegar con el flujo previsto de Levante, o la opción costera, más arriesgada: buscando una derrota más directa aprovechando los vientos térmicos que se establecen cerca de tierra.

Sin derivas y a sabiendas de la derrota que tomaba la mayoría de la flota, decidimos arriesgar y prolongamos el bordo hacia la costa. El bordo nos acerca a Gata y aunque el viento amaina progresivamente, sabemos que aún es pronto para el térmico.

A medida que avanza la mañana surgen las dudas pero la decisión esta tomada y vamos a fondo con ella. El térmico hará algún amago pero sin llegar nunca a establecerse. Poco a poco somos conscientes de que hemos caído en un pozo sin viento. Por la tarde-noche apenas soplan 4-5 nudos y a medianoche el viento llegará a desaparecer por completo, quedando el Pakea sin gobierno atravesado a un mar de fondo de un metro, presagio de un viento del este al que no podemos dar alcance.

El delicado estado de nuestra vela mayor nos obliga incluso a arriarla durante un par de horas para evitar daños mayores causados por el gualdrapeo de la vela.

Sin velas, balanceados por las olas, sabemos que probablemente la flota ha “tocado” ya el viento del este y navega a buena velocidad rumbo a Calpe. Experimentamos el sinsabor de las regatas.

Avanzada la madrugada, lograremos arrancar con un norte suave que arreciará con rapidez para establecerse en NE de 25-30 nudos en las proximidades del cabo de Gata. Rizamos e izamos la trinqueta por primera vez en esta vuelta a España. Navegamos con la quilla en crujía para reducir el abatimiento.

La ola del Este provoca que en el bordo de mar los pantocazos sean especialmente violentos. El Pakea tiembla de proa a popa con cada sacudida. Buscamos algo de protección navegando pegados a la costa. En la amura de estribord se adivina la silueta del cabo de Palos…

los delfines, único consuelo en las calmas:


EL ALISIO


La etapa empezaba con un recorrido costero entre las rias de Pontevedra y Vigo. Soplaba un viento del norte racheado que anunciaba un alisio consistente mar adentro. Través de ida y vuelta a la baliza del Cabezo, spis arriba y rumbo a la boya de desmarque dejando las Cies por estribord.  El viento arrecia y llegan los primeros planeos; trasluchamos y damos alcance al Lechera Asturiana que arria su asimétrico para izar el spi. El viento se refuerza en mar abierto y la corredera flirtea con el 20 en las planeadas. El Lechera nos saca una milla por hora. Damos cuenta de la comida casera que hemos encargado en Sanxenxo: croquetas, tortilla de patatas...
Rizamos con 25 nudos de viento, la ola se va formando poco a poco: Es un auténtico placer coger el timón. Son las condiciones soñadas. Anotamos las velocidades máximas de cada guardia estableciendo así una sana competición entre la tripulación...  y llega el susto: en una racha, después de forzar la arribada, al dar contratimón para retomar el rumbo, la caña se bloquea unos segundos que parecen eternos. Salvamos la trasluchada de puro milagro. No sabemos que ha podido pasar. Examinamos la timoneria con preocupación. A los cinco minutos vuelve a ocurrir, estamos jugando con fuego y arriamos spi para tratar de solucionar el problema. El Lechera desaparece entre la bruma.
La rótula de la caña del timón ha cogido juego y parece que al forzar la arribada, el eje de la caña y la rotula gripan bloqueando el movimiento del timón. Ideamos una arandela con lo más parecido al teflón que encontramos a bordo: unos paneles publicitarios pegados a cubierta lo suficientemente rígidos.
Una hora y media más tarde finalizamos la reparación de fortuna y con algo de desconfianza  hizamos de nuevo el spi.  Navegamos algo más apopados, paralelos a la costa portuguesa, para no forzar. Se respira tensión a bordo. Reducimos el tiempo de las guardias al timón.
Al anochecer, el viento se estabiliza en los 20 nudos y todo parece de nuevo bajo control.
Amanece al través de Lisboa y el viento se refuerza, la ola ha crecido durante la madrugada, y vamos pasados de trapo planeando por encima de los 20 nudos. Arriamos para izar el asimétrico grande; a media izada se abre: arriada de urgencia. Lo devolvemos como podemos al pañol de velas. Izamos asimétrico pequeño. Echamos en falta un spi pequeño para navegar más abiertos.
Trasluchamos y arrumbamos a Cabo San Vicente. El viento amaina, sacamos rizo y volvemos al spi. Cerca del cabo no encontramos la acceleración de viento esperada y trasluchamos de nuevo hacia alta mar.
El viento nos recompensa, la corredera empieza a subir y vuelven las planedas. Las millas caen a gran velocidad, trasluchamos de nuevo y vamos lanzandos hacia el estrecho con la esperanza que delante los barcos encuentren la zona de calmas anunciada y se produzca un “acordeón” (reagrupamiento de la flota)...
El viento calma a medianoche y la guardia de cubierta intenta arrañar algún nudo a la corredera...